El sábado nos visitó Rodrigo Moreno, director de Los delincuentes, una de las películas del año, por lo que dedicaremos buena parte de esta edición a esa conversación. Pero ¡atención!: siguen reportes de estrenos, reseñas con tintes navideños y algo de agenda (¡con primicias!), en la última edición regular de este newsletter.
Review: lo que pasó el sábado
Comenzamos hablando de algunos estrenos que vimos en la semana, como México ‘71 (Carolina Gil Solari, Carolina M. Fernández, 2023), documental sobre la épica de la selección femenina de fútbol en su primera participación mundialista. Escuchamos también a Jorge Leandro Colás, productor de la película, contando sobre el origen de la misma y algunos aspectos destacados, como el registro de la prensa gráfica que puede verse entre el material de archivo rescatado por la película (muy poco deconstruido, por cierto). ¿Más fútbol? Pues claro: Agus vio Gol gana (Next Goal Wins, Taika Waititi, 2023), la nueva comedia del director neozelandés, basada en la historia real del peor equipo de fútbol del mundo. Pulgares arriba: simpática, risas en la sala y buenos personajes.
Alejandro Pisera se apersonó en nuestros estudios como crítico invitado. Vio La invitada (Facundo Escudero Salinas, 2023), una de terror línea folk horror que incluye una casa en un bosque junto a un lago en el que podría habitar una criatura no muy amigable. Placer visual fue el sintagma elegido por nuestro invitado para describir sus sensaciones mientras veía la película, que vinculó la construcción mitológica de la película con el bueno de H.P. Lovecraft.
Blas cerró la ronda con Un pájaro azul (Ariel Rotter, 2023), película que desplaza su eje del destino de una pareja al derrotero de su protagonista, un estereotipo de varón ¿micro?machista y con poca conexión con sus emociones. Lo mejor: la música (Siempre presente Rosario Bléfari, rezan los créditos finales).
Entrevista: Rodrigo Moreno
Podríamos decir que Los delincuentes es una de las películas del año y a nadie que le parecería una exageración, sobre todo si tuvieron la oportunidad de pasar esos 180 minutos en una sala de cine. Rodrigo Moreno vive algo que algunos llamarían consagración con una película que demoró cuatro años y medio en realizar y que ya acumula grandes premios y nominaciones. Nos visitó en FM La Tribu y conversamos un buen rato sobre la película, su proceso de producción y el recibimiento del público, entre otras cosas. Dejamos algunos fragmentos para que vayan luego a escuchar la entrevista completa:
— La película tuvo varios problemas durante realización. Si querés reponer un poco qué fue lo que pasó y cuánto de eso influyó en el resultado final de la película, o si —por el contrario— siempre estuvo todo en el guion y llegaste al último día con la idea que tenías en un principio.
RM: No, en realidad siempre tuve la idea de hacer una película a lo largo del tiempo. Nunca pensé que tanto, durante tanto tiempo, porque cuatro años y medio es mucho para hacer una única película. Pero lo cierto es que al principio salimos a filmar porque teníamos una guita que habíamos ganado en un fondo y había que gastarla sí o sí ese año, entonces dijimos, bueno... Filmemos dos semanas, vemos qué pasa. Y ese vemos qué pasa se empezó a alargar porque no conseguíamos plata. Nos presentamos a un fondo cordobés y nos rechazaron. Nos presentamos al INCAA, —tiempos muy dilatados del INCAA—. Nos volvimos a presentar al fondo cordobés por segunda vez, por segundo año consecutivo. Ahí finalmente ganamos. Ya empezamos a juntar unos pesos porque nos faltaba justamente la parte más compleja para filmar. Por un lado, todo el banco en la ciudad, la cárcel e irnos a Córdoba. Bueno, y así fuimos reconfigurando un poco el presupuesto en un contexto económico, como todos sabemos, muy delicado. Una vez que llegábamos a la guita, no alcanzaba de nuevo. Era “ahora necesitamos más”, porque ganábamos fondos locales, fondos en pesos. Hasta que empezamos a ganar algunos fondos afuera. Y eso fue lo que permitió que la película finalmente se pudiera hacer.
»El hecho de hacerla a lo largo del tiempo, yo la tenía desde entrada porque yo decía, son muchas películas en una, yo necesito entrar en un estado como cineasta diferente cada vez que tenga que filmar o bien la parte de la ciudad, como antes decía, o bien el campo o las sierras en este caso. Es decir, una parte mucho más poética, más de búsqueda también como cineasta, y una parte un poco más marcial en términos de montaje, en términos de ritmo, de puesta en escena. Entonces, yo no podía pensar un rodaje en donde durante cuatro días estoy filmando de una manera y después paso, switcheo a otra cosa. Parecía que estaba bien filmarla en etapas. Y después cayó la pandemia. Entonces bueno, después de la pandemia, que fue muy larga, pero quiero decir fue muy larga porque en un momento dijimos “bueno ahora sí podemos”, en un momento las producciones empezaron a tener autorización para para filmar y ahí me agarré COVID yo. Ahí fue como listo, yo te dije productor, yo te dije, todavía no, todavía no. Bueno, ok, noviembre, ¿no? Cuando vamos al final de noviembre, [Esteban] Bigliardi, que era uno de los protagonistas, dice “che, me salió para hacer una película en España nueve meses”, que es La Sociedad de la Nieve, una película de Bayona que es la representante española para el Oscar. Bueno, fue Bigliardi, ¿qué hacemos? Yo ya tenía media película filmada con él, no podía reemplazarlo. Entonces, todo eso hizo que la película tardara tanto. Y, yendo a lo interesante de tu pregunta: aproveché todo eso para cambiar la película permanentemente. Es decir, estar todo el tiempo en estado de alerta y aprovecharme de esa dilación tan grande de la película, de los tiempos, para reescribirla, para repensarla, para probar cosas, para ir y y dármela contra la pared y después ir marcha atrás, ir editando. En fin, la película sufrió muchos cambios y es el resultado de todo eso, también de esa combustión de cuatro años y pico.
— Cuando vi la película me pareció que es una película muy argentina en los modismos, en el humor que maneja, en los espacios que recorre. Como argentinos empatizamos un montón como espectadores, pero es una película que tuvo muy buena recepción internacional. ¿Qué podés contar sobre la aceptación internacional?
RM: La película, por su temática y todo, interpela algo de la descomposición del mundo contemporáneo y sobre todo el mundo post-pandemia, ¿no? Donde el trabajo entró tan en crisis. Yo creo que después de la pandemia lo que recibimos es un mundo claramente peor, ¿no? O sea, mucho más injusto. Entonces, cualquier gesto que tienda a convocar cierta idea rebelde frente a este mundo al que ya estamos totalmente subsumidos, ¿no? Bueno, es así, ¿no? Todos resignados. Ya está, es así, el mundo es así. Milei es el presidente. Punto. ¿Qué vamos a hacer? Hay que laburar todo el día desde casa. Tenemos que tener cuatro o cinco laburos. Es decir, vamos ya como engrosando la piel, de un modo. Entonces, yo creo que eso es mundial, o por lo menos en Occidente. Puedo hablar por Occidente y por los países que yo estuve recorriendo con esta película, y me parece que lo que interpela, sobre todo en el primer mundo, es esta idea de la rutina, de salirse de la rutina, de rebelarse frente a algo. En un mundo donde ya todo está perdido, bueno, hay una película que tiene cierto oficio de película de robo, que te van a engatusar y vas a entrar y te va a divertir, y en algún momento te está bajando una ficha que te puede tocar, digamos, que te puede poner un poco ahí en jaque en relación a tu propia existencia. Creo que algo de eso se juega en el exterior, en donde la gente todavía tiene un trabajo estable y donde ya sabe lo que va a pasar el día siguiente y ya sabe lo que va a pasar en seis años, ¿no?, esta especie de vida predecible, que es un poco las vidas modernas de los países ricos, digamos. Y en el caso de los anglosajones, el género. El género creo que es algo que los mueve. Y supongo que después está lo específico. Esto que vos decías, es una película muy argentina. Esa argentinidad es leída también. Es una rareza, una especie de excentricidad. ¿Pero quiénes son estos? ¿Por qué viven así?
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Cortita y al pie: Duro de matar
Por Rodrigo Ferreiro
El director, John McTiernan, niega rotundamente que sea una película navideña, pero no colabora: ¿cómo olvidar la referencia a Papá Noel en ese cuerpo cosido a balazos que pasa de cadáver reciente a amenaza latente? John tiene ahora una ametralladora. Y no es joda, aunque se ría de eso.
Die Hard (1988) pudo ser otra historia. Y no lo fue porque casi nadie quiso ser protagonista de un film donde el héroe no aparentaba una fuerza sobrehumana. El mismo MCTiernan, un año antes, había dejado la vara alta con Predator: el bueno de Arnold no solo se carga a un extraterrestre un tanto más peligroso que ET sino que protagoniza, junto a Carl Weathers, uno de los saludos con más testosterona de la historia del cine.
Lo dicho: casi nadie quiso. Porque apareció Bruce Willis dando vida a John McClane, un tipo derrotado, que no deja de mandarse cagadas con la esposa, que no sabe cómo carajo relacionarse con sus hijos y que, para redondear un año de mierda, queda en el medio de un robo pergeñado por expertos y arriba de un edificio de mil pisos. Ah: y es yuta, encima.
Die Hard, ese delirio de balas, sangre, vidrios rotos y simples ladrones no es ni más ni menos que la historia de un flaco que quiere volver a su casa y no sabe cómo pedirle perdón a la esposa, que ya está hinchada los ovarios. Contada por los yanquis, claro. Y en navidad.
* Duro de matar (Die Hard, John McTiernan, 1988) está disponible en el catálogo de Star+. Pero —si no lo baja la yuta internética— el Videoclub de Nunca fuiste al Cine te lo deja acá con moño y todo.
Agenda cinéfila: ¿Qué pasa por las salas (y más allá)?



Entre los estrenos: Aquaman y el Reino perdido (Aquaman and The Lost Kingdom, James Wan) el ¿último? tanque del año llega a las salas mañana, como así también Un siniestro cuento de navidad (The Mean One, Steven LaMorte, 2023), una del Grinch pero de terror.
Selección Gaumont 2023. Entre el jueves 21 y el miércoles 3 de enero, la mítica —y económica— sala de Congreso programará un ciclo de reestrenos con cinco ficciones y cinco documentales argentinos que tuvieron gran repercusión en el público y la crítica durante 2023. Podrán verse, entre otros largometrajes, Errante: la conquista del hogar (Adriana Lestido, 2023), Puan (María Alché, Bejamín Naishtat, 2023), Blondi (Dolorez Fonzi, 2023) y El método Tangalaga (Mateo Bendesky, 2023). La programación completa aquí.
Esta noche —si la cosa no se complia en el Centro porteño— la Manzana de las Luces proyectará Sueño Florianópolis (Ana Katz, 2018), con entrada libre y gratuita. Acá la web del evento.
Algunas salas se toman vacaciones largas (la Sala Lugones vuelve en febrero), otras siguen (los ciclos del Malba que anunciamos la semana pasada siguen en curso) y algunas salas permanecen con películas imperdibles en cartelera: en el CineArte Cacodelphia continúan Los delincuentes (Rodrigo Moreno, 2023), Hojas de Otoño (Aki Kaurismäki, 2023), Los asesinos de la luna (Killers of the flower moon, Martin Scorsese, 2023) y La mamá y la puta (Jean Eustache, 2023), entre otras; y en el Cine Cosmos UBA se puede ver ¡todavía! Extraña forma de vida (Pedro Almodóvar, 2023). Además, siguen en cartelera del MALBA Arturo a los 30 (Martín Shanly, 2023) y Cambio cambio (Lautaro García Candela, 2023).
Pero la buena noticia de la semana es que ¡volvió Filmoteca Online! Este lunes se reactivó el canal de YouTube que Fernando Martín Peña y amigos crearon durante la pandemia para compartir materiales raros de su colección. Todos los lunes a las 20hs, nuevos episodios. ¿Dónde? ¡Acá!
Queden sintonizados a este newsletter en el verano: como anticipó nuestro entrevistado de esta semana, habrá una retrospectiva integral de Rodrigo Moreno en MALBA durante enero, incluyendo rarezas y cosas pocas o nada vistas.
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Hasta acá llegamos por esta semana. Recuerden que el sábado a las 14hs nos encuentran en la radio, algunas horas después en plataformas y siempre en las salas. Si les gustó, recomienden la experiencia Nunca fuiste al cine (radio, podcast, newsletter) a sus amigues. Pueden reenviar este mail y decirles que se suscriban acá abajo: